domingo, 21 de abril de 2013

POLLO ASADO AL HORNO

Que mejor comida para un Domingo que un buen pollo asado al horno, tierno, jugoso, con la piel dorada y crujiente, con una salsa aromática y acompañado de patatas fritas con pimientos asados.



INGREDIENTES PARA 4 PERSONAS:
1 pollo entero de 2-2,5 kilos.
  1 cucharadita de orégano.
1 cucharadita de tomillo.
1 cucharadita de romero.
Pimienta al gusto.
40 gr. de mantequilla.
2-3 dientes de ajo.
Media cebolla.
Zumo de medio limón.
 Vino blanco.
Agua.
ELABORACIÓN:
1º. Hacemos una salmuera, introducimos el pollo y lo dejamos en el frigorífico durante 24-36 horas, le damos la vuelta cada 8 horas.
Para hacer la salmuera utilizamos la misma cantidad de agua que el peso del pollo (en esta receta el pollo es de 2 kilos  / cantidad de agua a utilizar: 2 litros).
La cantidad de sal a utilizar será el 1% del peso del pollo más el agua (2 kilos de pollo +.2 litro de agua= 40 gr. de sal). La carne no quedará sobresalada, ya que ese porcentaje de sal diluida en agua equivale más o menos a la cantidad de sal que utilizariamos en un asado tradicional (sin salmuera) en el momento de salpimentar el pollo antes del asado o bien al final.
Elaboración de la salmuera:
Llevamos a ebullición en un cazo un vaso de agua con un poco de tomillo, romero, orégano, y una cucharada de miel, apartamos la olla del fuego incorporamos la sal y removemos hasta que se haya diluido por completo, colamos el contenido del cazo, dejamos enfriar un poco y lo añadimos a una olla lo suficientemente grande junto con el resto del agua y la salmuera estará lista para introducir el pollo. El pollo debe quedar cubierto totalmente con la salmuera.
2º. Pasadas las 24-36 horas sacamos el pollo de la salmuera, lo secamos con papel absorvente y dejamos que escurra bien un par de horas en la nevera.
3º. Preparamos un adobo para untar el pollo: incorporamos en el vaso de la batidora las especias (orégano, romero, tomillo y pimienta), ajo, cebolla, el zumo de medio limón y un poquito de vino, trituramos con la batidora hasta conseguir una pasta no demasiado líquida que posteriormente utilizaremos para impregnar el pollo antes y durante el asado.
4º. Untamos el pollo con la mitad de adobo masajeándolo muy bien por dentro y por fuera para que el adobo penetre en su interior y su piel se impregne con el aroma de las especias, tapamos con papel transparente y dejamos reposar en la nevera 12 horas.
5º. Asado del pollo: Sacamos el pollo de la nevera, antes de cocinarlo deberá estar a temperatura ambiente, lo salpimentamos,  untamos con la mantequilla y lo colocamos en la parrilla del horno previamente calentado a 150º durante 2 horas y cuarto / 2 horas y media (dependiendo del tipo de horno y del peso del pollo el tiempo del asado será mayor o menor), en la bandeja echaremos un poco de agua y vino blanco para que la carne no se seque y quede más jugosa (si observamos que la bandeja se queda sin líquido, añadiremos más agua mezclada con vino).
  • 45 minutos apoyado sobre un muslo (colocaremos el pollo lateralmente, de costado).

  • 45 minutos apoyado sobre el otro muslo (al contrario).

  • 20 minutos con la espalda apoyada sobre la parrilla
  • 20 minutos con la pechuga apoyada sobre la parrilla ( debemos terminar el asado en esta posición para que los jugos internos del pollo se concentren en las pechugas)

(durante todo el asado deberemos ir regando con la mitad del adobo que reservamos y con el jugo que va soltando en la bandeja cada 20 minutos aproximadamente).
6º. Como conseguir una piel crujiente: Pasadas las 2 horas y cuarto sacamos el pollo del horno, lo colocamos con las pechugas hacia abajo, en la misma posición que al finalizar el asado para que los jugos vayan hacia las pechugas y cubrimos con papel de aluminio; mientras tanto reducimos en un cazo el jugo de la bandeja y desgrasamos un poco, (si la salsa nos gusta más espesa diluimos una cucharadita de harina de maicena en medio vaso de agua fría y se lo incorporamos a la salsa y dejamos cocer un momento más), ponemos el horno a la máxima potencia (mi horno 250º) por la parte de arriba, y cuando esté bien caliente introducimos de nuevo el pollo sobre la bandeja sin líquido, sin la rejilla y sin el papel de aluminio y lo mantenemos a máxima temperatura durante unos minutos (primero por un costado, luego por el otro, con la pechuga hacia abajo y terminamos con la pechuga hacia arriba) para que la piel quede dorada y crujiente por todos los lados. No deberemos excedernos de tiempo, solo el necesario para que la piel quede crujiente y tostada (2-3 minutos por cada lado).
 OBSERVACIONES:
 Importancia de la Salmuera.
Para que en el asado toda la carne del pollo y particularmente la parte de la  pechuga quede tierna y jugosísima deberemos introducir el pollo en una salmuera, que es un proceso que consiste en sumergir la carne en agua con sal, también se pueden añadir hierbas aromáticas para que la carne adquiera un sabor más intenso, este procedimiento viene muy bien para el asado de aves y de cerdo.
Con la salmuera conseguiremos dos hechos muy importantes:
  1. La carne absorve agua, se hidrata y durante el asado perderá el porcentaje de agua que ha absorvido en la salmuera, no quedará tan seca y la carne seguirá  manteniendo sus propios jugos.
  2. La sal contribuye a que la carne retenga mayor cantidad de agua y a que las fibras musculares se hinchen dando lugar a una carne más tierna y jugosa.
Secretos en el asado del pollo.
En un asado de pollo al horno de forma tradicional, es decir sin salmuera, se suele preparar previamente algún tipo de adodo, se unta el pollo con él, se introduce en el horno y se va regando con su propio jugo hasta que el asado esté listo. De esta forma es muy difícil conseguir que la pechuga, que es un músculo blanco y con poca grasa quede tierna y jugosa, al contrario que el muslo y contramuslo que son  músculos con más grasa y un poco más oscuros y que en el asado tradicional quedan perfectamente jugosos sin embargo la pechuga queda seca.
La clave está en que el muslo y contramuslo para que no queden crudos necesitan  mayor tiempo de asado que la pechuga, pero ese tiempo extra de asado hace que la pechuga se seque y quede poco jugosa, por lo tanto, para que el interior del muslo no quede crudo y la pechuga tierna deberemos respetar las siguientes reglas en el asado:
  •  Apoyar el pollo en la rejilla lateralmente, de costado (primero sobre un muslo y luego sobre el otro), con esto se pretende exponer en primer lugar los muslos a la fuente directa del calor del horno y durante mayor tiempo (45 minutos por cada lado).
  •   Apoyar el pollo sobre la espalda (20-30 minutos).
  •   Apoyar el pollo sobre la pechuga (20-30 minutos).
Otros aspectos importantes a considerar son:
El pollo lo colocaremos sobre la rejilla del horno de tal forma que no esté en contacto con el líquido de la bandeja (de esta forma conseguiremos una piel mucho más crujiente).
La bandeja deberá contener líquido, en este caso agua y vino blanco, para que la carne no quede tan seca.
 El adobo que lleva el pollo puede ser variado al gusto de cada uno  (utilizar otras especias y hierbas que también le vienen al dedo: mejorana, perejil, cúrcuma...), eliminar el limón si no nos gusta su acidez, sustituir la mantequilla por manteca o aceite de oliva, en definitiva un sinfín de combinaciones para conseguir el sabor que buscamos en nuestros asados.

1 comentario:

  1. ummmmmm que buena pinta!!!

    yo tambien realizo mis pequeñas recetas de los productos de mi huerta
    www.ajetes.com
    acepto opiniones,

    saludosss

    por cierto, muy buenas fotos

    ResponderEliminar